Tercer principio: sincronía intersubjetiva

Sincronía intersubjetiva: cómo las mentes generan atractores compartidos

PRINCIPIOS

8/20/20251 min read

La actividad neuronal no se limita a la generación de potenciales de acción individuales, sino que, a través de su coordinación masiva, produce campos eléctricos organizados en patrones oscilatorios de distinta frecuencia (delta, theta, alfa, beta y gamma). Estos patrones constituyen el segundo nivel de emergencia, en el que la dinámica oscilatoria adquiere un papel central en la configuración de estados mentales.

Cuando varias personas interactúan en un mismo espacio, dichos patrones tienden a sincronizarse y acoplarse no solo de manera intrapersonal, sino también interpersonal. Este fenómeno de sincronía intersubjetiva se fundamenta en la capacidad de la atención para actuar como operador geométrico interno, modulando el plegado y despliegue de los campos oscilatorios y permitiendo la generación de configuraciones transitorias de alineación rítmica.

En este contexto, los atractores colectivos emergen como estructuras dinámicas que condensan la interacción entre múltiples sistemas mentales. Se trata de configuraciones estables o metaestables que no pertenecen a un solo individuo, sino que resultan de la acoplamiento entre campos atencionales y oscilatorios de varios participantes. Dichos atractores pueden ser entendidos como huellas dinámicas de la intersubjetividad, es decir, como formas de organización mental compartida que trascienden las fronteras del sistema individual.